Tranquila, florecita del alba, ten por seguro que te he vengado; aún sin quererlo y a cuesta de mis marchitas alas.
No te has enterado, pero te cargué un rato sobre mi espalda y ahora te dejo aquí, donde puedes seguir creciendo o secarte si el vaivén de los días venideros te hastía. No me conoces, nunca me has visto, ni has oído de mí más que rumores. No me debes ni te debo nada.
Te he vengado en nombre de todos los bosques devastados - dijo una cansada mariposa monarca poco antes de volver a su vuelo majestuoso, como siempre vanidosa y solitaria, por los cielos de una playa abandonada.
Aquí hay un par de historias, melancolía y uno que otro intento fallido de poesía.
10 ago 2018
Her scar
9 jul 2018
2:00 am.
He estado desenvolviéndome mejor ahora último, aún me tiemblan las manos al pararme en un escenario o en un miniset de grabación, pero supongo que es normal, me gusta esto, a pesar de que a veces siento que no estoy hecha para hacerlo. Al igual que cantar o escribir, he pensado en comenzar a bailar ballet (nuevamente); no pretendo ser como alguien en específico ... a estas alturas solo busco ser feliz y no joder a nadie, sentirme libre nuevamente.
Ahora último me ha pedido un amigo que colabore en un proyecto suyo, la idea se me hizo divertida primero, pero al leer el guión quedé en duda, quizá por el impacto de la historia, quizá porque no sabía si podría mantenerme a la altura, algo particular dentro de toda la trama me recordó a ti. Nuestra historia de nunca acabar, supongo. Me planteé la idea varias veces y terminé por desistir. Sin embargo hoy me reenviaron el guión, con ediciones nuevas, mientras hacía mi máximo esfuerzo por no pensarte; me lo volví a plantear y acepté tomar el papel.
8 jul 2018
Atrapada (relato de un sueño).
20 jun 2018
Muerte
Y vendrá Muerte
Con su sonrisa de paz o tortura eterna
A abrazarme con sus extensas alas silentes
Me llevará a tomar una siesta con ella
Me arropará con su manto de olvido intermitente
17 jun 2018
Pasa
No importa cuál, traía tu nombre
Un recuerdo colándose por la ventana
Invadió el espacio de mis memorias, aún inconforme
Entró a vaciar acordes
Ahí donde no quería escucharte
Acallado a duras penas
Por un vendaval airado
Si será jodida la naturaleza...
Bendito invierno inesperado
He escuchado el galopar de las horas incesantes
Con paciencia, sin buscarte
Tejí palabras, me distraje
De mis peripecias juveniles
El insomnio lo he causado yo
Por extrañarte
Oyéndome hablar sola?
Pasa, ven a mi lado
Camina entre las velas aún encendidas
Sobrevivientes al ventarrón condenado
Pasa
Y yo hago intentos vanos por no recordarte
Date un salto por el pasado, vamos
Pasa, ven conmigo a ahogarte.
10 jun 2018
Amore
Va saltando por ahí, impulsada por los aires de desilusiones ajenas; las toma, las moldea, las hace suyas. Como siempre.
Termina por ilusionarse y cura corazones, con retahílas innecesarias confunde las tristezas. Era dulce, feliz y serena, en algún momento tomó un corazón y lo hizo suyo, por descuido lo rompió y decidió seguir de esa manera, con el corazón descompuesto, brincando de historia a historia; cuando menos se dio cuenta, se había astillado y avanzaba ahora con dificultad, poco a poco todo dentro de ella empezó a ensombrecerse y cuando estuvo apunto de apagarse en ella la última llama de vida, encontró amor, en un corazón desconcertado, revivió de las cenizas y siguió con su trabajo, curó ese corazón y buscó más para ayudar, para revivir, para unir, pero siempre cuidando aquel corazón que le había devuelto un poco el aliento, retornaba cada vez que se quedaba sin amor y sin fuerzas y de esa manera podía seguir caminando. Un día husmeando entre su maletín de memorias, halló pedazos del corazón que la había astillado, tratando de arreglarlo, se cortó las manos, lo dejó a un lado y rompió en llanto... aún estaba rehaciendo su corazón de los restos que había encontrado, aún debía proteger el corazón que la había salvado. Ensombreció nuevamente, su trabajo fue haciéndose cada vez más lento y finalmente dejó de intentarlo. Se dio cuenta que para casos extremos y atados al pasado, solo resistía entregar todas sus fuerzas a reparar un solo corazón desvencijado.
7 jun 2018
Despertar
Imagínate un niño
triste, incomprendido
Suelto a la deriva
Pequeño, frágil, solo
Un niño que quiere ser amado
Pero que de amor no sabe nada
Más que la palabra
Vacía, suelta al viento
Con las manitas heladas
por el frío del invierno (que lo cala desde adentro)
Nada siente
Aislado por su falta de luz
Un niño apagado, sediento
Reposa en el umbral
De un portón negro que da a la calle
Extraviado en sus pensamientos
Ignorado por los grandes
Que ríen entre ellos
De las gracias de otros niños
Más vivaces, más pequeños
Imagínate a ese niño
un mozuelo confundido
Ermitaño, taciturno
Náufrago en su propia tormenta
Con el capitán ahogado
En la nave abandonada
Yace él acorralado
Con cada ventana cerrada
No pude encontrar para amar
Criatura en la tierra más bella
Después de tanto tiempo
Su sonrisa volvía a esbozar
Al alba que le daba la espalda
Se llenaron sus ojos de estrellas.
-Gato enamorado.
27 may 2018
21
Sus manos estaban gélidas, era invierno pero no era precisamente por eso que el frío se había apoderado de su cuerpo.
Padecía casi por primera vez una verdadera consecuencia a sus actos insensatos, respiraba fuerte y con dificultad, las ansias la devoraban por completo. Si a duras penas sostenía su existencia, no podía siquiera imaginar cómo podría sostener dos, la sola idea la horrorizaba, siempre había preferido estar sola, pero ahora estaba inadaptada a una realidad que la había perseguido por años y se veía enfrentada a una situación totalmente adversa (y fuera a saber alguien, si quizá también algo perversa). Un ataque de pánico se acercaba con cuidado al umbral de la puerta, cabía la posibilidad de que todo saliera mal (para no variar de lo normal). Sostenía entre sus manos el último hálito de lo que fuera quizá su vida pasada y tiritaba esperando, quizá los quince minutos más largos de su vida.
Sus manos estaban gélidas, era invierno pero no era precisamente por eso que el frío se había apoderado de su cuerpo.
22 ene 2018
Agua y sal.
Se escapa de mis manos a veces el miedo y parezco estar siendo manipulada por un destino veleidoso, por la falta de oxígeno que sofoca mis sueños y mis ansias de aferrarme a sus brazos... que parecen ser el único lugar al que pertenezco. Su larga ausencia aparentaba haberme hecho fuerte, su regreso derribó los muros que forjé cuando todo dentro de mí estaba quebrado. Su corazón le perteneció quizá a otra persona por mucho tiempo, sus brazos rodearon otra existencia, con la que quizá fue feliz... eso es bueno, no tuvo frío. Eso creí. Quizá ambos sufrimos mucho. ¿Y si solo estuvo esperando a que alguien lo amara de verdad?, que alguien pudiera abrazarlo y entregarle más que calor corporal. En ese caso pudo haber sido cualquier persona, no necesariamente yo. Supongo que no cualquier persona puede tomarnos de la mano y dotar de esa calidez a la vida misma.
Un rostro más amigable y unos brazos más ansiosos de él, lo acogieron. Mientras todo en mí se entumecía... ¿Puede el amor regresar luego de haber corrido muchos kilómetros lejos?, me lo he preguntado muchas veces mientras lo vivía. Naturalmente luego de una caída tan estrepitosa uno queda más desconfiado de lo normal. Apenas extiende las alas y se tambalea, las vuelve a cerrar.
Alguien me dijo una vez "nunca sabrás a ciencia cierta si te aman del mismo modo, solo te queda amar a tientas, sin esperar que den algo de vuelta". ¡Pero afuera llueve y el recuerdo de esos días lugubres en que no estuvo, se hace tan real!. Siento frío. Ha abierto las puertas de su mundo, al cual he entrado muchas veces corriendo y del cuál he salido por miedo a que todo sea un sueño, ¿qué tal si al despertar sigue en brazos de otra persona?, ¿qué tal si eso lo hace feliz?, ¿qué tal si al abrir mis ojos sigo entumecida y sola en una esquina enmohecida por el tiempo?
Nunca me traicionó, no literalmente. Yo también huí, es lo que mejor sé hacer cuando algo me aterra.
Caminamos por las mismas calles con las luces de la ciudad a nuestras espaldas, riéndonos de todo, tomados de la mano; hasta que perdí el rumbo y me olvidé de quién era.. Y, finalmente, buscándome lo perdí, quizá la distancia reservó puñales para ambos, para vernos pelear después hasta caer muertos... cada quien a su manera, pero los dos con heridas muy abiertas.
El autobús descaminaba los pasos que dimos y cada lugar que había pisado hacía notar su vacío en la vida que yo estaba viviendo ahora de prisa.
Las gotas resbalan libres por la ventana, como las lágrimas por mi cara. Agua y sal.
El día es gris, a pesar de que es verano, ayer fui tan feliz a su lado, existo tan feliz cerca a él. Quizá eso explica el pavor que se apodera de mí al pensar en que podría perderlo. He sentido tantas veces el dolor real de mi corazón desgarrándose, sin embargo algo me alerta de que si esto acabara, sería mucho peor. Yo odio el dolor, odio tener que reconstruirme una y otra vez (¿por qué no puedo quedarme segura en un baluarte o quedarme en el suelo hecha añicos?).
Entonces cuando la desesperación se apodera de mí, aparece él, me abraza, sonríe, algo en su mirada me devuelve la calma. Quizá eso que el tiempo y la distancia no pudieron deshacer. Los miedos irreales a veces parecen estar tan cerca de hacerme desvariar. Noto entonces que mis miedos le asustan, siento que mis heridas le duelen, veo en sus ojos el reflejo de todo lo que siento. Llora al igual que yo, se funde conmigo. Lo demás deja de importar, estamos juntos. Nos convertiremos en lo mismo. Agua y sal.