28 oct 2016

¿A quién?

¿A quién puedo culpar ya de este insomnio?
No tengo nada más que decir.
Buen viaje a quién estuvo, extiendo la mano a quien vuelve sin dejarlo llegar más lejos (si desterrado fue por traición, lo más prudente es guardar distancias), las puertas abiertas a quien desee entrar a conocerme. No sin las previas, pero algo modificadas, advertencias. Ya no soy la misma persona... Tengo el vacío de una persona (por ser esta reverberación y falacias meramente), tengo ilusiones por primera vez no absurdas para alguien que no ha hecho más que sonreír y extender la mano, al inicio siempre es así... Ha cambiado más en mí, seguro que sí, pero eso solo lo notan quienes han estado siempre (o al menos un buen rato)... Por ejemplo: para ser sincera, yo no sé escribir.
¿Se considera esto el final de un cuento o recién el comienzo?, es que la historia es más que un mero relato, es más que un par de páginas, es un compuesto de microcuentos, relatos y hasta cuentos más extensos, ¡quizá hasta lleva dentro de sí alguna novela, algún ensayo! 
Mi historia comenzó hace un buen rato, así que soy como un actor que se da cuenta a media función de que el telón ha sido abierto... ¡Qué desgracia.. Y qué bufonada!, para no acongojarme, pensaré -o haré el intento de hacerlo- que hasta ahora voy haciéndolo bien, aunque a tientas y a tontas... Ahora que he visto el telón abierto, debo tomarme la obra más en serio. 
Mejor dejo de decir tozudeces.                                                                   
Que a estas horas tempranas aún tengo tiempo para pensar, para idear un par de planes, para leer un poco e ilustrarme... Inclusive para soñar. 
Antes de dar el portazo final, ¿a quién le agradezco y le imputo estas ansias deletéreas y nostálgicas, alegres y avezadas, de querer continuar?