27 jun 2017

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Yo no escribo, es decir, no escribo nada bueno; solo pongo en la pantalla (o el papel) cosas que en persona sonarían muy cursis, absurdas.
Yo no canto, al menos no del modo correcto, solo emito sonidos desentonados que escarapelan la piel a las personas, por incómodos, por extraños... yo no actúo, porque no puedo pisar un escenario sin sufrir un vahído.
Yo no soy artista, a pesar de amar el arte.
Porque un artista no es solo artista por el sentimiento, por la murria, la euforia y el brillo que su supuesto don divino le otorga; un artista es lo que es por sus vastos conocimientos y técnicas... Tener el llamado genio artístico es ya otro tema.
En todo caso ni soy el primero ni poseo del segundo más que tres granos de arena.
Lo que sí tengo todo el tiempo... son kilos y kilos de sentimientos.