Para comenzar, no termino de adaptarme a la melancolía de este
verano apabullante; del sol cayendo mohíno y desganado, de sus condenadas ganas
de rostizarme al salir de clases. Me aburren las noches silenciosas. Tu
ausencia, aun ahora, deja un sabor acibarado al paladar, un vacío inmenso en el
día a día, pero sobretodo un dolor lacerante en el corazón. Ha quedado claro,
clarísimo que no me extrañas.
"¡El hecho de
ser un amor imposible lo hace ser eterno y perfecto!", me dijo alguien.
Pero no creo estar hecha para soportar dolores como este... Antes me ha
parecido haber vivido suplicios como este, pero nunca congoja más grande abatió
mi corazón, ¡podría jurarlo!
¿Qué sabes tú de
lo que siento?, debo ser para ti una orate; no comprendes lo que es dormirse
sollozando y suspirando un "por favor no te vayas", ahogarse por la
presión en el pecho, terminar extenuado por los insomnios y el asma. He perdido
la cuenta del número de veces que me desgañité llorando a solas, con la copa
vacía brindando por ti. ¿Qué puedo hacer si me quedo abandonada a medio camino
con el corazón en la mano y un “no, gracias y discúlpame, pero tengo
otra vida que vivir”?, ¿qué hago con mis ansias de querer buscarte y
preguntarte qué pasó, sabiendo que no hay nada más que explicar?
Entregué mi
confianza para que esta sea hollada y burlada de una manera más bien sádica.
¡Y lo peor es que
no puedo odiarte!; solo puedo asfixiarme en tus recuerdos, en el aroma del
perfume que alguna vez percibí en ti, en el recuerdo de tus brazos rodeándome
cual hogar que me protegía.
No sé por qué te
quiero, pero ciertamente no te lo vuelvo a decir.
Debes haberte
sentido liberado al alejarte de mí, sé lo agobiante que suelo ser;
al saber que ya no
era más un óbice para ti, también me alegré, me sentí tranquila.
Espero estés
siendo feliz; si te he dejado partir, es porque realmente creo que estás mejor
así. Sin mí.
A veces duele
tanto la vida, cariño, que no sé cuánto más resista. ¡Te extraño tanto, pero no puedo volver!
Te pienso a
diario, sin voluntad alguna.
He tirado cada
cosa que pueda recordarme a ti ¡Y apareces en lugares impensados!, en mis
libros, en algún anuncio, en alguna avenida; y entonces me pregunto “¿qué
carajos hice yo para terminar tan mal?”, para enceguecerme y atontarme cada vez
que por casualidad me parece verte. Es insoportable tener que tragarme, bajo
esas circunstancias, mis ganas incontrolables de llorar.
Luego de tu
partida tuve aún más ganas de vivir, pero no he vuelto a ser la misma. Tengo un
par de sueños, inclusive planes nuevos; pero aun así, no han podido cobrar
sentido del todo sin ti. Están incompletos.
A veces pienso en
cómo hubiera sido todo si yo hubiera reaccionado a tiempo, si tú no te hubieras
marchado; de seguro sería feliz, lo seríamos ambos; veríamos películas por las
tardes, saldríamos a caminar, pasaríamos horas de horas conversando,
hablaríamos de historia, de literatura, veríamos alguna serie. No sé. Supongo
que no vale la pena martirizarse por asuntos imaginarios.
Intentaré avanzar
sola, nuevamente.
Quizá otra persona
merezca todo este amor… Quizá no pueda dárselo, pero espero siquiera esta vez
notarlo a tiempo y poder hacer más que disculparme y decirle que mi corazón le
pertenece al recuerdo errante de alguien que no me escogió.
Todo, todo el
desamor del mundo no basta para extinguir de este corazón maltrecho lo que me
queda de cariño por ti. Nada en este mundo hará que las cosas vuelvan a ser
iguales o quizá mejores de lo que esperaba. Tal vez con el tiempo mengüe la
aflicción, tal vez con el pasar de los años pueda por fin olvidarte.
Me ahogo
nuevamente en un vaso con agua, para volver a resignarme.
¡Cuántas veces más!
Es realmente
desconcertante extrañarte y querer conservar una prudente distancia... Por tu
salud, por tu felicidad, por tu bienestar y por mi jodido orgullo que no me
permite siquiera vislumbrar la oportunidad en que tenga suficiente coraje y vaya
a buscarte, bien para perderme en tu voz, bien para encararte.
Y es que es
doloroso a veces encontrarte en sueños y tener que suplicarte: "por favor,
no dejes de abrazarme; el alba está próxima y no quiero despertarme".
13-01-17
No hay comentarios.:
Publicar un comentario